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Hoy en día, es cada vez más común ver eSIM para poder tener acceso a Internet en el móvil o realizar llamadas. Aunque es cierto que en algunos países no es tan habitual. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde incluso hay modelos de teléfonos que no tienen ranura para tarjetas físicas, sí que vemos un auge. En este artículo, vamos a hablarte de cuáles son las ventajas en seguridad de utilizar una eSIM frente a una tarjeta SIM tradicional.
Lo primero que debes tener en cuenta es que en ambos casos el objetivo es el mismo: poder aprovechar la red disponible y conectarte a Internet o realizar llamadas. La diferencia principal es que la eSIM no es más que un software, una configuración en el dispositivo, mientras que la SIM física es eso, una tarjeta que puedes insertar en el teléfono.
Lo normal es que, poco a poco, las tarjetas eSIM ganen terreno. Es también más económico para las operadoras. Piensa en los miles de tarjetas físicas que podrían ahorrarse cada año. Además, el proceso de contratación es más rápido e incluso puedes tener varios números en un mismo móvil. Y sí, también hay beneficios de seguridad.
Lo primero, algo bastante lógico, es que hay un menor riesgo de robo físico. De hecho, con una eSIM es imposible que te la roben físicamente, ya que se trata de una configuración que tienes en el teléfono. En cambio, una SIM tradicional sí que la podrían robar e intentar usarla en otro móvil sin tu permiso.
En el caso de la eSIM, tendrían que desbloquear el móvil y el proceso es mucho más complicado. Si pierdes el teléfono o te lo roban, sacar la SIM es muy sencillo y no necesitarían nada adicional para ello.
Otra ventaja clara es que vas a poder bloquear una eSIM más fácilmente y con mayor celeridad. Si pierdes el móvil o te lo roban, uno de los temores es que puedan recibir llamadas, llamar como si fueras tú, etc. Siempre puedes contactar con la operadora y decir que anulen la tarjeta, pero es un proceso que puede ser un poco lento en algunos casos.
Con una eSIM, normalmente vas a poder hacerlo fácilmente a través de Internet. Muchas operadoras permiten realizar este bloqueo a través de una aplicación o página web. Puede ser más rápido y ágil, lo cual te ayudará a reducir riesgos.
La técnica SIM Swapping es uno de los métodos de ataque más importantes contra tarjetas SIM físicas. Básicamente, los atacantes logran engañar a la operadora para que les envíen otra tarjeta. Pueden decir que la han perdido, por ejemplo. Suplantan la identidad del usuario legítimo.
Esta técnica es menos efectiva cuando hablamos de eSIM. Va integrada en el propio dispositivo, por lo que transferirla no es tan sencillo. Hay protocolos de autenticación y de verificación de la persona. Por tanto, aunque sí que podría haber opciones de fraude, el problema se reduce bastante.
En este caso, hablamos principalmente de despistes que podamos tener. Cuando viajamos a un país extranjero, fuera de la zona de roaming gratuito, lo normal es comprar una tarjeta local para tener Internet y realizar llamadas. ¿Qué ocurre? Eso requiere de, en muchos casos, quitar tu tarjeta habitual y poner la que has contratado para ese país. Muchos móviles solo admiten una SIM física al mismo tiempo. Hay riesgo de que la pierdas, que no te acuerdes de dónde la guardaste, etc.
No tienes que retirar tu tarjeta física, sino simplemente mantener la eSIM en la configuración del teléfono, aunque la tengas apagada.
En definitiva, utilizar una eSIM tiene ciertas ventajas relacionadas con la seguridad, en comparación con una SIM física. Podemos decir que es una alternativa que está cada vez más presente y, muy probablemente, sea la única que usemos en unos años.
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